Muchas veces nos encontramos en
una vida rutinaria y con falta de un propósito. A veces añoramos los sueños que
teníamos de pequeños o de adolescentes a cerca de todo lo que queríamos lograr en la vida. De repente, pareciera que nos hicimos adultos
y muchos de los sueños desaparecieron o se quedaron por el camino.